Os presentamos un cuento que ha escrito Zuleica de 2º de Primaria. Esperamos os guste.

LA RANA Y EL RECICLAJE

Érase una vez en un pueblecito del Pre- pirineo aragonés llamado Loanilla, ocurrió esta historia.
Paula, es una niña rubia que tiene 8 años, baja por un camino estrecho, y camina, camina, hasta que llega a un lago muy bonito, donde hay una cascada y muchos animales viviendo
Había:
Pequeños pececitos
La Mariposa Apolo
El tritón pirenaico llamado Naranjito
La marmota Carlota
Trucha común
La rana pirenaica llamada Ursula
Pico dorsiblanco
Y el águila real.

Por el camino, Paula se encontró con una marmota que salía de su guarida y que le saludó:
-¡Hola!
Paula se asustó.
-¡Soy la marmota Carlota! ¡Ha pasado algo en el río!

-¡Ah, no lo sabía, acabo de pasar por aquí! : le dijo Paula.

Pero te sigue un zorro, me tengo que ir porque los zorros y águilas cogen a nuestros hijos y se los comen.
-¡Adiós Paula, te presento a dorsiblanco!

-¡Hola! Soy dorsiblanco
-¿por qué estas triste? : le dijo Paula.
– Porque están cortando los árboles y se caen nuestros hijos del nido y desaparecen ¡que mal! Y no encontramos comida, larvas y pupas de escarabajos.
Y tenemos que vivir en bosques extensos con muchos árboles.

-¡Que pena me da, cuando me cuentas, estas cosas! : le dijo Paula.

Te acompaño hasta el lago.
-¡Vale!
Y bajaron juntos y llegaron al lago. Aquí estaban el tritón Naranjito, la mariposa polo, la trucha común y una rana que se llamaba Úrsula y la conocía dorsiblanco y estaban muy manchados.
Y nos enseñaron el lago y la cascada. Paula vio a todos los animales manchados porque estaba en el lago, sentada con dorsiblanco. . Encontraron mucha basura y nos llamaron a los niñ@s de Aineto y fuimos al lago y lo limpiamos.

Paula se fue a casa y a la mañana siguiente, bajó al río de nuevo y allí encontró al águila real que medía (2 m. de ala a ala) y era muy buena.
Había hecho dos pulseritas, con cuerdas y piedras mágicas, la pulsera del águila llevaba polvo de alas y la de Paula tenía polvo de pelitos de su melena rubia y se pusieron una pulsera cada una
Y cuando estaban en peligro o había peligro alrededor, las pulseras se activarían y se encenderían luces y vibrarían y les decían las cosas que tenían que hacer.

El águila volaba muy alto y veía todo lo que pasaba, Paula se quedó a vivir allí, en el lago y cuando había basura la recogian con todos los niñ@s del cole y siempre bajaban muy rápido a limpiarla.

Pero un día., como estaban hartos de recoger y recoger, pusieron un cartel que decía:
-¡Prohibido entrar las personas que no cuiden la Naturaleza!
-¡No pongáis basura en las casitas de los animales, ni cortéis los árboles!

Y COLORIN COLORADO este cuento se ha acabado.